Luego de las elecciones generales del pasado 27 de septiembre algo queda claro, tanto para Europa como para Alemania; La canciller federal, Angela Merkel, fue reelegida con su partido de centro derecha “Free Democrats” (FDP), es decir, el partido de los liberales, junto con el apoyo del líder liberal de 47 años, Guido Westerwelle. Además de esto, derrotoó a los socialdemocratas de partidos como los “Christian Democrats” (CDU) y los “Social Democrats” (SPD). Ahora, ella es la encargada de implementar las tantas reformas que necesita Alemania como de impuestos, de sistemas de bienestar, asistencia médica y de mercadeo de trabajo. Sin embargo, la canciller ha dicho que no pretende implementar más reformas en temas laborales, algo peligroso en un país que acaba de salir de la crisis mundial y donde el desempleo podría aumentar, mientras que Westerwelle manifestó querer reformar los impuestos. Aunque la economía haya mejorado en Alemania, algunos bancos aun tienen problemas y el crecimiento es lento. Además de esto, Alemania tiene que enfrentar el crecimiento de población de personas de la tercera edad, una deuda de público en aumento y dejar de depender de exportación. Entonces, ¿está Merkel en lo cierto en no querer reformar la agenda de Alemania?
Reformar es difícil para cualquier nación. Especialmente Alemania que se ha destacado, a lo largo de su historia, por ser un país patriótico y nacionalista. Sin embargo, las reformas de impuestos prometen un buen futuro para Alemania pues al bajar los impuestos se prospera. De todas maneras, no se puede dejar de lado el tema laboral, sobretodo luego de la experiencia hace 6 años donde la reforma era limitada.
Merkel no se puede confiar por una leve mejoría luego de la crisis económica mundial que enfrentó Alemania. Sin embargo, el FDP puja por los recortes impositivos, la reestructuración de la Sanidad y la derogación de parte de las leyes antiterroristas de la CDU, algo que este país necesita en estos momentos. Y con Westerwelle a su lado, las relaciones diplomáticas con la Europa central y oriental mejorarán. Sin embargo, la otra cara de la moneda la representa Turquía pues se esperan tiempos difíciles en el proceso para adherirse a la Unión Europea por parte de Turquía. "En Alemania han ganado los contrarios a Turquía", escribió en su edición de este día el diario turco Milliyet. Aun así, no podemos dejar de lado el hecho de que la victoria de la canciller representa otra era para los liberales.
Bibliografía
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