(Presidente de Botswana)

El ingreso promedio se ha triplicado en menos de 20 años. Tiene abundancia de diamantes los cuales producen el 50% del presupuesto estatal que es destinado para programas de salud, educación y prestación de servicios, la poniéndolo a la par con México.
El gobierno de Botswana, liderado siempre por el mismo partido político desde su independencia, ha tratado de mantener una política fiscal responsable a pesar de varias dificultades que se presentaron en los años 2002 y 2003. La elección del primer presidente, Sir Seretse Khama, fue una buena decisión que la nación tomó, y una bendición para la política nacional. En la actualidad, el líder de estado es su hijo, Ian Khama, el cual fue reelegido con una votación, claramente a su favor, la semana pasada.
Ahora con la recesión mundial, la industria de los diamantes ha disminuido su producción, apretando el producto interno bruto en una décima. Por otro lado, el gobierno botswano no ha tenido una oposición política fuerte que los desafíe ya que un solo partido ha gobernado desde la independencia.
Botswana es un país que se siente alegre con la votación que obtuvo y más con el hecho de que el mismo partido que ha dirigido a la nación por buen camino durante más de 40 años, haya sido el que nuevamente llevara las riendas. Con los años este país ha demostrado ser un modelo de buen ejemplo para sus vecinos y para sus hermanos de África. Pero queda una pregunta abierta. ¿Otras personas pueden seguir?
El artículo claramente pone a Botswana en una posición que lo favorece. Hace galas al país que se ha destacado por tener un gobierno democrático, teniendo en cuenta que para ejercer la democracia no solo se necesita votar, también se necesitan civiles imparciales políticamente, instituciones como la iglesia y las universidades, y un elemento sumamente importante, que los medios de comunicación tengan libertad de prensa.
Desafortunadamente, todavía falta mucho camino por recorrer, antes de que muchos de los países de África opten por este estilo de vida constitucional que ha llevado a Botswana al éxito rotundo.